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Alguien que siempre se portó bien contigo, pero por algún motivo te hizo algo
feo, es como si una gota de tinta cayera sobre una alba hoja de papel, la hoja
sigue blanca, pero ahora con una mancha negra.
Buena analogía. Si alguien siempre se
portó bien contigo, pero por algún motivo un día te la juega, es como si su
pureza fuera una hoja de papel, toda de un blanco inmaculado, pero esa jugarreta sería una gota
de tinta negra que impregna y ennegrece la hoja de papel, la mayor parte de la
hoja permanecerá blanca, pero en su centro estará la mancha de tinta que sería
el recuerdo de aquello feo que te hizo esa persona. Los detalles importan y si
alguien siempre se portó bien contigo pero un día te hizo algo que te molestó,
le recordarás como alguien bueno, pero no genial.