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Cuando el presente esté perdido, hecho cenizas, no debe importarte. Planta una
semilla que represente futuro y esperanza. Cuando germine, florecerá con vigor,
con gran frondosidad y solo entonces recogerás los frutos de la esperanza que
un día cultivaste.
¡Magnífica frase! Hay veces que tu
felicidad se verá hecha añicos, pero mi consejo es que si tu felicidad queda
reducida a cenizas, es que no te desesperes. Cuando esto ocurra, simplemente
has de plantar una semilla y que en el interior de esa semilla se halle
esperanza y futuro. Cuando años después la semilla germine, crecerá con mucha
fuerza, será una enorme planta, que al haber crecido con gran vigor, entonces
te dará unos dulces frutos, provenientes de la semilla que plantaste hace
muchos años, por lo que si un día fracasas pero plantas la semilla de la
esperanza, si aguantas el sufrimiento, un día te verás recompensado con los
frutos de aquella esperanza que un día plantaste.