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Las palabras crueles hieren el corazón; las palabras cariñosas sanan el
corazón.
¡Preciosa y magnífica frase! Por eso es
tan importante siempre hablar con cariño y no con crueldad, porque las palabras
tienen un poder mágico, y las palabras de una persona cruel te hieren el
corazón, en cambio las palabras de alguien bondadoso y cariñoso sanan el
corazón. De ahí la importancia de hablar sin tratar de herir los sentimientos
de nadie.