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Vivir en el pasado es cubrirte con un manto de una ilusión desaparecida, es ser
feliz montando en un tren que partió hace muchos años. Hay que recordar de vez
en cuando el pasado, disfrutar y trabajar en el presente y no perder la
esperanza ni la ilusión de encontrar un futuro mejor.
Nunca hay que vivir pensando en el
pasado, porque sería sufrir innecesariamente, tener la cabeza en lo que pasó ya
hace años puede ser hasta enfermizo. Por lo que lo mejor es recordar el pasado
de vez en cuando, trabajar y disfrutar el presente y estar lleno de ilusión
respecto a un futuro brillante.