-
El amor verdadero fluye inagotablemente como un arroyo y el amor falso se
estanca y se agota como un estanque.
Buena analogía. El amor verdadero sería
como un arroyo, que nunca deja de fluir y jamás se acaba, en cambio el amor
falso sería como un estanque de agua, el amor no fluye y tarde o temprano se
acabará agotando. El amor ideal debería ser como un arroyo, que jamás deja de
fluir y el agua es inagotable, ese es el buen amor de verdad.