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No hay espíritu más espantoso, que el espíritu de una revuelta.
Una revuelta siempre es algo espantoso,
porque la gente la lía gorda cuando la hay. En ella siempre hay protestas,
gente pegándose y los que son de un bando o del otro lo acaban pasando mal. Por
eso que vivir una revuelta siempre es algo terrible, porque la gente arma un
jaleo con o sin necesidad. Mejor que el mundo siga en paz.