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La envidia es una peligrosa lanza de dos puntas y te consume a ti a la vez que
destruye la paz y felicidad de otros.
La envidia es una peligrosa lanza de dos
puntas que hace daño a uno mismo porque sentir envidia te hace mal y daño a
otros porque el envidioso tratará de hacer mal a quien envidia. No hay que
consumirse por la envidia y conformarse y estar contento por lo que uno tiene.