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Recordar todo lo sucedido es como quien ha jugado una partida de canicas y las
guarda; uno va recogiendo los pensamientos desperdigados uno a uno hasta
recoger el último.
¡Excelente analogía! Se me ocurrió el
otro día y es bastante buena. Y es que cuando uno vive no se acuerda de todo al
instante y el proceso de recordar se asemejaría a jugar una partida a las
canicas, cuando uno vive es cuando juega la partida de canicas y cuando uno
llega a casa y quiere contar lo sucedido es como quien va guardando las canicas
una a una, uno va acordándose de los pensamientos uno a uno, en diferentes
lapsos de tiempo, hasta que finalmente cuanta la última anécdota. Frase que
destaca por su originalidad pues es una buena comparación.