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Al igual que el tamaño de los globos aumenta ante la
llama la bondad de los buenos aumenta ante la injusticia.
Sí, la llama
hincha el globo, pues la injusticia hace que el bueno aún sea más bueno. Cuando
alguien de buen corazón ve una injusticia, aún es más bueno, es por eso que las
buenas personas se vuelven más buenas ante una flagrante injusticia.