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De la semilla del calvario nace la flor de la gloria.
¡Excelente analogía! Uno cuando vive un
calvario no le toca más remedio que aguantarse, pero lo bueno es que pasados
unos años de ese calvario si uno lo gestiona bien, de esa pesadilla acabará
naciendo una preciosa flor, la flor de la gloria. Sentir gloria es una de las
sensaciones más felices que uno pueda experimentar es por eso que de ese sufrimiento
al final nace una rosa de una fragancia muy agradable y es la sensación de
vivir en gloria.
