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Los recuerdos son como premios en una estantería. Cuando uno los ve recuerda
gloria y éxitos o incluso vergüenza y fracasos, es inevitable mirarlos de vez
en cuando y pueden ser nuestra bendición, al igual que nuestro castigo.
Muy buena frase. Y es que los recuerdos
serían como premios en una estantería, cuando uno ve esos premios le recuerdan
cosas memorables o cosas que serían mejor olvidar, es inevitable mirarlos de
vez en cuando y pueden llegar a ser nuestra bendición al igual que nuestro
castigo. Buena analogía, al final se asemeja mucho recordar a mirar unos
premios.
