-
La riqueza no te la llevarás a la tumba; la satisfacción sí.
Buena reflexión. No hay que estar
obsesionado con el dinero si ya lo ganas a espuertas. Pues el dinero y las
joyas no te las llevarás a la tumba, pero la inmensa satisfacción de siempre
haber hecho el bien, eso sí que se lo lleva uno a la tumba y es felicidad.