-
Las palabras bonitas disipan a las palabras dolientes al igual que la luz
disipa a las sombras.
¡Genial analogía! Y es que si alguien te
dice algo doliente te fastidia, pero si alguien te dice algo bueno te sana y es
que las palabras bonitas son a las palabras hirientes lo que la luz a las
sombras, las disipan por completo.