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Cuando uno vive una tragedia, ya no le importa ninguna virtud, solamente dos:
Una bondad y una compasión puras como una blanca nieve.
¡Fantástica frase! Y muy acertada,
cuando uno vive una tragedia, ya no le importa ninguna virtud de las personas,
solamente dos, una bondad y una compasión tan pura y limpia como una blanca
nieve. Cuando uno sufre una tragedia, ya le da igual la inteligencia la belleza
y todo lo demás y solo se aferra al amor de los demás. Esta frase es muy
importante para darnos cuenta de que todos somos seres humanos pese a nuestras
diferencias, y que al final el amor está por encima de todo. Muy buena
analogía, una frase digna de leer y de una gran importancia.