-
Quien lee una carta de alguien que ya partió de su vida, rememora un
sentimiento que ya murió hace muchos años.
Profunda frase. Cuando lees una carta de
alguien que ya se marchó de tu vida, algo bonito, estás rememorando un sentimiento
que ya desapareció hace años, pero curiosamente por un momento eres feliz
porque rememoras ese buen sentimiento.