-
Una gran ignorancia es un gran castigo. Quien flote por el río de la ignorancia
le acabará llevando al mar del sufrimiento. Quien se salga, acabará dando con
el árbol del conocimiento, y podrá tomar el dulce fruto de la felicidad.
¡Fantástica analogía! Y es que una
completa ignorancia es un terrible castigo. Quien flote por el río de la
ignorancia, tarde o temprano acabará sumergiéndose en el mar del padecimiento.
Porque la ignorancia conduce inexorablemente al sufrimiento. Pero quien se
salga de ese funesto río, caminará por el campo, y acabará tropezando con el
árbol del conocimiento, este sagrado árbol tiene unos frutos benditos, que son
el fruto del conocimiento, quien coma de ese sagrado fruto, alcanzará la
felicidad.