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Nunca pierdas la esperanza, pues con la misma fuerza e intensidad con la que el
huracán azota, cuando se va deja una gran paz, tranquilidad y grandes
oportunidades.
Muy buena frase. Y es que nunca hay que
perder la esperanza, porque de algo malo siempre surge algo bueno. Con la misma
fuerza con la que una desgracia azota a uno, cuando se va deja paz y
tranquilidad y sobretodo grandes oportunidades.