-
Cuando te honras a ti mismo satisfaces tu vanidad. Cuando honras a otro
satisfaces tu humildad.
¡Magnífica frase! Y
es que uno cuando se honra a sí mismo, satisface su vanidad. Pero cuando honra
a otro, satisface su humildad. La honra depende de la situación, si necesitas
ánimos es mejor que te honres a ti mismo, si debes reconocer la victoria del rival,
es mejor que honres a quien te venció justamente. La honra es buena emplearla
según se dé una circunstancia u otra.