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No hay maestro más despiadado, cruel e injusto que la ignorancia. Enseñar te
enseñará pero la marca de sus latigazos las llevarás de por vida.
Cuando uno es ignorante, entonces sufre
por ello, y cuando ya ha aprendido de sus errores, entonces ya es demasiado
tarde, por lo que la ignorancia es un maestro muy cruel y despiadado, y te
enseñará sí o sí, pero la marca de los latigazos puede que las lleves de por
vida, por eso lo mejor es no aprender de la ignorancia sino que aprender de la
cultura.