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Ser feliz y regocijarse es ser dos veces feliz.
Como dice un proverbio persa: “La mitad
de la alegría reside en hablar de ella”. Cuando eres feliz por algo, y piensas
en ello, automáticamente eres doblemente feliz, la vez que lo fuiste y la vez
que lo recordaste. Es cierto que agua pasada no mueve molinos, pero disfrutar
de lo feliz que has sido o que puedes ser, le hace a uno más feliz. En el
regocijo uno halla mucha felicidad.