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La dulzura en una mujer atrae al hombre como el polen de una flor a la abeja.
Bonita reflexión. Buena analogía, y es
que una mujer dulce atrae al hombre al igual que una flor con su polen atraería
a la abeja. Quien tiene una mujer dulce, se puede dar por satisfecho, porque la
dulzura en una mujer hace mucho, y cuando una mujer es dulce atrae y consigue
al hombre que desee. La atracción hacia la dulzura de una mujer es muy grande,
porque ya es algo natural.