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Una verdad incómoda te quema, pero no temas el empuje de su llama, pues
liberándola es un fuego purificador.
Buena frase. Y es que una verdad
incómoda es como si te quemase por dentro, pero uno no debe de temer buscar la
verdad, pues esa llama que te empuja a decir la verdad, cuando la liberas
resulta ser un fuego purificador. Diciendo la verdad uno se libera.