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El ignorante depende de la suerte; el inteligente de sí mismo.
¡Fantástica frase! Frase muy acertada,
pues el ignorante siempre depende de la suerte, pues por su falta de sabiduría
es más dependiente de la fortuna, en cambio alguien inteligente, ya sabe vivir
la vida mejor, y depende mucho más de sí mismo y muchísimo menos de la suerte.
En la vida uno debe de intentar depender de la suerte lo menos posible, porque
a veces la tendrás buena y a veces mala. Muy buena frase porque si te la
aplicas vivirás mejor.