- En una batalla igualada, ganará quien se rinda el último.
Hay veces que una
batalla está muy igualada, entonces no ganará quien haga más aciertos, ganará
quien cometa menos fallos. El que tenga más tesón, el que desee más
fervorosamente la victoria, el que esté dispuesto a darlo todo con tal de
vencer, el que le tenga más empeño, en definitiva, el que se rinda el último,
para ese será el dulce sabor de la victoria.