- Una buena noticia puede llegar a ser una gran alegría.
El otro día iba
cabizbajo por una mala noticia, y jugué un par de rascas de la lotería, y me
tocaron 10,50 euros, no es que fuese un premio desorbitado, pero me hizo dejar
de pensar en la mala noticia, por eso si estás de bajón por algún asunto y
recibes una buena noticia, puede llegar a ser una gran alegría, porque te hace
dejar de pensar en ello. Por eso a veces el mejor calmante contra una mala
noticia es que te llegue una buena noticia, y así contrarresta el efecto de la
primera, y contra más importante sea la buena noticia, mucho mejor, jeje.