- El mismo orgullo
con lo que uno alardea de algo puede transformarse en la porra con la que el
enemigo le venza.
Buena frase. Y es que el mismo orgullo con el que
uno fanfarronea de algo, puede acabar transformándose en la porra con el que el
enemigo le atice, pues su misma fanfarronería se acaba volviendo contra sí
mismo. De ahí la importancia de siempre conservar la humildad.