- El amigo que parte
de tu vida es como el humo que sale de una chimenea. Su esencia se va
desvaneciendo lenta pero inexorablemente hasta no quedar ya nada de él.
Buena analogía. Y es que en esta frase estoy
comparando a un examigo con el humo que sale de una chimenea, al igual que el
humo se va desvaneciendo, el recuerdo de tu amigo también y al final ya no
queda nada de él. Piénsalo bien, cuando uno tiene un examigo ya de hace muchos
años, ya no le queda nada de él, solo el recuerdo.