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No temas por el sufrimiento vivido, pues el sufrimiento vivido fertiliza la
planta de la sabiduría.
¡Genial frase! Una reflexión muy buena.
Y es que uno en la vida no debe de temer por el sufrimiento vivido, pues de las
experiencias se aprende, y el sufrimiento vivido es un gran fertilizante de la
planta de la sabiduría. Sufrir es fastidioso, pero al menos cada vez te vuelves
más sabio. Muy buena analogía.