-
No necesitas un motivo para vivir, la vida es el verdadero motivo para todo.
Buena reflexión. Me gustó mucho. Y es
que uno no necesita un motivo para vivir, pues la vida es el verdadero motivo
para vivir. Ya solo contemplar el bello mundo que nos rodea o sentir el cariño
de los demás ya es un estupendo motivo para vivir y sentirnos felices. Porque
la vida guarda cosas malas, pero también cosas buenas.