- Para que una frase sabia sea tan
útil como elegante, debes trabajar tanto su fondo como su forma.
Yo con mis
aforismos trabajo tanto la forma como el fondo. Primeramente, lo más importante
es trabajar el fondo, es decir, hay que elaborar la frase de sabiduría, que la
frase tenga lógica, sentido, y que sea útil y de posterior uso para el lector.
Un aforismo puede llegar a ser muy útil, pues entraña mucha sabiduría en su
interior. Luego hay que trabajar su forma, que también es tan importante como
el fondo, hay que buscar las palabras correctas y adecuadas para la frase, para
que la frase sea tan brillante como sea posible, por último hay que darle un
toque de elegancia a la frase, porque no todas las palabras quedan bien en la
misma frase, siempre habrá unas palabras que sean ideales para esa frase de
lógica tan importante, unas palabras que le vengan como anillo al dedo, por
último miro la forma personal de la frase (Hay frase que en principio las hago
en primera persona, por eso hay que cambiarlas a segunda persona), y buscar que
la frase no tenga ningún error en el vocabulario, como por ejemplo una palabra
que no está dicha con propiedad y hay que acabar dándoles un toque de sutileza
y elegancia. Con estos pasos se pueden llegar a hacer frases de sabiduría
maravillosas, que son tan útiles como chulas. Por eso es necesario trabajar
tanto el interior como el exterior de la frase, un aforismo es como una
persona, hay que cuidar tanto el interior como el exterior. Usar las palabras
indicadas para cada frase es como adornarla con el abalorio que mejor le queda.
Este es el arte de escribir una buena frase de sabiduría. Primero hay que darle
fondo a la frase, es decir: plasmar la sabiduría y aún solo es un esbozo, luego
hay que encontrarle las palabras correctas, que concuerde y quede bien hecha,
es decir, darle forma. Esta frase es superimportante, pues es la frase que te
permite crear frases superchulas y sabias.