¡Excelente proverbio chino! Esta frase es básica de
sabiduría, pues sentarse en el hormiguero, es decir, equivocarse, todos nos
equivocamos, pero lo que diferencia al necio del sabio es que el necio no
corrige el error, en cambio el sabio sí que remienda el error. Cuando uno se
apercibe que erró y cambia, es síntoma de que es sabio.